En fin, después de acabar con las Oposiciones y mi semana de vacaciones, creo que va siendo hora de iniciar mi participación en este blog de literatura con mis conclusiones sobre el primero de los libros que vamos a estudiar: El herrero de Wootton Mayor.
Desde mi punto de vista, Tolkien recupera perfectamente el género de cuento o, mejor dicho, el estilo narrativo, ya que la historia no tiene la estructura clásica de los relatos de Perrault, Andersen o los Grimm. Al contrario, me dio la impresión de que se trataba, más bien, de la típica historia de pueblo, que los ancianos del lugar contaban a sus nietos y a los más jóvenes. No en vano, carece de un comienzo-nudo-desenlace, sino que El herrero está conformado por varias historias independientes, con algún elemento común, entrelazadas entre sí, tal como sucedía en la antigua tradición oral.
No obstante, El herrero de Wootton Mayor no es, ni por asomo, un cuento infantil. Es, más bien, un canto a la imaginación del hombre; a cómo, cuando crecemos, dejamos de creer en lo etéreo, lo fantástico, para ver no más allá de nuestras narices. En realidad, y ya lo comenté en la reunión, creo firmemente que el herrero es, de hecho, el propio Tolkien, en forma de metáfora. Es el autor británico el que recorre esos campos fantásticos, refiriéndose a los muchos años en los que ha imaginado mundos diversos y maravillosos, cargados de épica y belleza natural.
Sin embargo, Tolkien sabe que ya es mayor, que dentro de nada no podrá imaginar nada nuevo, y de la tristeza que eso le provoca, pasa a la satisfacción de ver que las nuevas generaciones podrán seguir sus pasos, explorar lo que él ya ha explorado, y todavía más allá. De ahí que al herrero no le importe ceder la estrella al niño. Sabe que él es el futuro, el que preservará su magnífico legado. También la charla entre el herrero y su hijo simboliza dicho relevo.
No obstante, no sólo el herrero representa a Tolkien. También el rey de las hadas lo hace, especialmente al final, cuando este le echa una buena bronca al que fue su jefe en las cocinas. Soberbia manera de criticar a sus críticos (si me permitís la redundancia), a aquellos que tildaban la Tierra Media y sus otras obras como infantiles. Asimismo, creo que también simboliza la lucha entre la banalidad del mundo moderno, y la magia de la imaginación, que está cayendo gradualmente en el olvido.
¿Posibles fallos? Por una parte, no me gusta que Nokes tenga tanto protagonismo en la obra. Cierto es que es el antagonista del rey de los elfos y las hadas, pero es que el peso del relato, en su inicio, es prácticamente suyo, cuando debería serlo de su "Aprendiz". También echo en falta cómo el herrero entró por primera vez en ese reino mágico, lo que habría dado mucho juego.
Ni que decir tiene que este relato me ha recordado a horrores a La Historia Interminable, y no descarto que Michael Ende se inspirase en este cuento de Tolkien para crear Fantasía. No en vano, ambos son reinos fantásticos, donde todo es posible y no parece que existan fronteras. Tampoco hay que olvidar que la confrontación imaginación-realidad es el leiv motiv del libro de Ende. Las películas fantásticas de los 80, como Laberinto, se podrían haber inspirado también en El Herrero.
Personalmente, me ha gustado bastante este relato, en el que Tolkien sigue fiel a su estilo: fantasía y naturaleza entremezcladas perfectamente para crear un mundo increíble. Eso sí, se nota que es de las últimas obras del autor británico, merced a ese tono melancólico del que sabe que no va a poder crear nada más. De ahí que pueda interpretarse El Herrero de Wootton Mayor como un testamento, un legado de su imaginación a los jóvenes, al futuro, para que no se le olvide y, sobre todo, no se dé de lado la imaginación, tan valiosa y, a la vez, tan despreciada hoy día.
El Herrero de Wootton Mayor publicada por vez primera en 1967 es una obra de Tolkien donde emana profundamente la madurez y toda la experiencia vivida por el escritor. De todas sus obras es el Herrero donde yo, personalmente, más lo percibo.
Fue uno de los puntos que tratamos en la reunión en el que coincidimos varios de los asistentes. La melancolía tan profunda que subyace leyendo este texto. Una melancolía que transmitida por una persona (en este caso Tolkien) que ha vivido y experimentado a lo largo de su vida una trayectoria de vivencias personales muy profundas que van marcando su existencia desde su niñez hasta la última etapa de su vida y que tan intensamente sabe plasmar en este libro; La lectura de este libro y en general de cualquier obra (como estuvimos comentando en la reunión) es algo muy personal y depende de nuestra edad, estado emocional, condicionamientos sociales y culturales, en definitiva de nuestras circunstancias que serán las que nos harán que percibamos la obra de diferente manera, sacándole matices diferentes que hará que la obra siga siempre viva.
El herrero de Wootton Mayor para mí es un relato de madurez tanto por el tipo de narración que Tolkien utiliza, que como bien comentaba Alberto en la reunión se asemeja a lo que podría ser el relato que cuenta un abuelo al lado del fuego, como por el texto en sí mismo, repleto de reflexiones que bajo mi punto de vista desprenden madurez, ese tipo de reflexiones a las que sólo se puede llegar a través de la experiencias vividas.
Me resulta un relato especialmente melancólico, solamente el hecho de que fantasía esté entre nosotros y no sepamos cómo llegar a ella es desesperanzador. Además tenemos al Herrero que por suerte ha recibido la estrella que le permite viajar a fantasía y del que en vez de mostrarnos todos sus viajes en este reino mágico lo que Tolkien nos muestra es cómo debe renunciar a ese, llamémoslo don y devolver la estrella a su caja para que alguien de la siguiente generación pueda viajar entre ambos mundos como durante una parte de su vida ha podido hacer él.
Me pareció que en los viajes del Herrero por Fantasía Tolkien nos muestra unas pequeñas pinceladas de algunas de sus otras obras, como si de un telón de fondo se tratasen.
El poder de la estrella es algo que me ha llamado la atención, es como si con ella su portador fuese capaz de comprender los diferentes sucesos que ocurren como si pasaran por primera vez. Como si pudiese entender el arte o la magia de todas las pequeñas cosas y lograse ser participe de ese arte. Su voz se vuelve más dulce, sus manos más hábiles…
Algo que me ha parecido entrañable es cómo el Herrero en vez de deprimirse o de hundirse por tener que ceder lo que le es tan preciado decide dedicar más tiempo a su familia e incluso quiere ayudar a elegir a su “heredero” que por paradojas del destino resulta ser descendiente del obcecado Nokes que para mí representa a todas esas personas que no ven más allá de sus propias narices y es que aún habiendo mantenido una charla no del todo agradable con el mismísimo Rey de Fantasía al tiempo acaba buscando razones para desmentir lo obvio, la verdad.
Comentábamos en la reunión que el personaje de Nokes bien pudiese ser la representación de todos esos críticos que descalificaban las obras de Tolkien o los cuentos de hadas y que Tolkien les contestase a través del Rey de Fantasía. Si tenemos en cuenta que al final Nokes reviste lo vivido con sus razonamientos y que finalmente no cambia de manera de pensar encontramos que los críticos son pobres de espíritu que no saben ver las cosas que les rodean y que acaban perdiéndose, al igual que Nokes, la maravilla de cada nuevo espectáculo natural y humano.
Por ultimo hay algo que al final no me ha quedado claro y que también estuvimos comentando en la reunión. En el relato Tolkien nos habla de Hadas y de Elfos ¿son las hadas elfos o por el contrario son dos razas diferentes?, ¿Qué pensáis vosotros?.
La Reunión Literaria del pasado 10 de Mayo se dedicó a El herrero de Wootton Mayor.
El herrero de Wootton Mayor es el último de los cuentos que escribió Tolkien y apareció por primera vez en 1967.
Resume la historia de una emoción terminal, la de quien en vida ha visitado a menudo tierras misteriosas y descubre ahora la proximidad de la muerte.
..."He de deciros, queridos niños,"–comenzó (el Cocinero)–,"que bajo esta capa de azúcar hay una tarta con muchas cosas sabrosas; y muy dentro hay también otras muchas cosas bonitas, chucherías, pequeñas monedas y así, y me han dicho que trae suerte encontrarlas en el trozo que os toque. Hay veinticuatro en toda la Tarta, de modo que toca una a cada uno, si la Reina de las Hadas juega limpio. Aunque no siempre lo hace, porque es algo tramposa. El señor Aprendiz lo sabe muy bien". El Aprendiz se apartó y observó con atención la cara de los niños.
"¡No! ¡Se me olvidaba!", –dijo el Cocinero–. "Esta tarde hay veinticinco. Hay también una estrellita de plata con una magia especial, o eso dice el señor Aprendiz. Así que tened cuidado. Si os rompéis con ella uno de esos preciosos dientes, la estrella mágica no os lo podrá arreglar. De todas formas, espero que dar con ella os traiga una ventura especial."
Os animo a todos a escribir vuestras opiniones y reflexiones sobre esta obra de Tolkien, tanto las que expusisteis en la reunión como otras nuevas que se os ocurran mientras escribís.
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